COMPRENDER LOS CALAMBRES MUSCULARES EN 5 MINUTOS

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¡Todo el mundo ha experimentado alguna vez el violento dolor de un calambre en los isquiotibiales, en los gemelos o, por la noche, mientras duermes plácidamente, en el dedo gordo del pie! 

La prevalencia de los calambres (graves: que obligan a interrumpir la actividad) se estima en torno a 3/1000 y los datos sugieren que son más frecuentes en los meses más calurosos del año.

A lo largo del tiempo han surgido numerosas teorías para intentar explicarlos. 

La primera fue la teoría de la deshidratación y el desequilibrio electrolítico.

Esta era la teoría según la cual la transpiración provocaría una contracción del espacio intersticial, con la consiguiente excitación de las células neuroquímicas y un aumento de la presión mecánica sobre las terminaciones nerviosas motoras, acompañado de un desequilibrio electrolítico.

Los electrolitos comunes incluyen sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca2+), magnesio (Mg2+), cloro (Cl-) y bicarbonato (HCO3-). Estos iones son esenciales para el funcionamiento normal de las células y desempeñan un papel crucial en muchas funciones corporales, como la regulación del equilibrio hídrico, la contracción muscular y la conducción nerviosa.

Problema: los estudios han demostrado que no había diferencias en el volumen plasmático ni en la concentración de electrolitos en atletas que competían con y sin calambres. 

Además, los atletas deshidratados en un 6% no mostraron cambios en el potencial de membrana de las células musculares en reposo.

En tercer lugar, aunque las pérdidas de sodio y cloro y la tasa de sudoración predijeron los atletas propensos a sufrir calambres musculares durante el ejercicio en el fútbol americano, esta relación no se relacionó significativamente en otros 10 deportes.
También hay pruebas de que los atletas propensos a sufrir calambres musculares inducidos por el ejercicio consumen volúmenes similares de líquido durante el ejercicio en comparación con los que no sufren calambres.

Como puede ver, la teoría de la deshidratación y el desequilibrio electrolítico no parece sostenerse. 

Es posible que ya sepas esto y te preguntes qué vas a aprender leyendo este boletín, ¿verdad?

Te invito a que sigas leyendo 😃

La segunda teoría explicativa se propuso en 1997 y se actualizó en 2009. Se trata de la teoría de la regulación neuromuscular alterada. Esta teoría sugiere que los calambres se producen cuando la fatiga y otros factores de riesgo contribuyen a un desequilibrio entre los estímulos excitatorios e inhibitorios en un nervio motor.

Esta teoría surgió a partir de observaciones de que la fatiga alteraba las tasas de descarga de los husos musculares y los órganos tendinosos de Golgi en un modelo animal. Estos cambios en la actividad aferente podrían provocar una sobreexcitación del nervio motor.

Cuando se propuso por primera vez, esta teoría enfatizaba la importancia de las alteraciones inducidas por la fatiga en la actividad aferente, que conducen a la sobreexcitación a nivel de una neurona motora.

Sin embargo, no está claro cómo altera la fatiga esta señal ni si debe alcanzarse un umbral de fatiga para que los pacientes experimenten calambres.

Lo que sí se sabe es que incluso los atletas bien entrenados y en buenas condiciones físicas pueden sufrir calambres.
Es más, el registro de entrenamiento no siempre predice la aparición de calambres.

Así pues, la fatiga no puede ser el único factor desencadenante de los calambres, y otros factores pueden alterar el control neuromuscular.

De ahí el nuevo modelo conocido como Teoría Multifactorial. Como puede verse en el diagrama siguiente, la comprensión actual de los calambres es compleja y multifactorial.

 

En la actualidad se puede afirmar que la deshidratación, el calor y los desequilibrios electrolíticos no provocan calambres de forma aislada.

 

Estos factores parecen ser pequeños factores de riesgo que, cuando se combinan e interactúan entre sí, pueden aumentar la probabilidad de sufrir calambres. 

 

Así pues, la receta ideal que podría llevar a un individuo a sufrir calambres sería la siguiente: un individuo no entrenado que se encontrara en un entorno caluroso y deshidratado, realizando un esfuerzo intenso y repetitivo, vería entonces cómo aumenta su actividad de neuronas alfa al mismo tiempo que se reduce su actividad inhibidora aferente...


Referencia: Miller et al. (2022)
 

¡Lo que nos lleva al consejo de esta semana! 

 

Cómo prevenir los calambres 🙌

Aquí tienes una lista de acciones concretas que puedes Ilevar a cabo para prevenir los calambres de tus pacientes:

1. Educar a los deportistas:

  • Informar a los atletas sobre las causas potenciales de los calambres por ejercicio.

  • Educar a los atletas sobre las prácticas seguras de hidratación.


2. Enfoque multifactorial:

  • Adoptar un enfoque multifactorial para la prevención de los calambres por ejercicio, teniendo en cuenta los diversos factores de riesgo mencionados en el diagrama anterior.


3. Bebidas con carbohidratos y electrolitos :

  • Considerar el uso de bebidas con carbohidratos y electrolitos como una opción para la prevención de los calambres.

  • Tener en cuenta la composición específica de estas bebidas, en particular la cantidad de hidratos de carbono y electrolitos. Se cree que los hidratos de carbono retrasan la aparición de la fatiga.


4. Suplementos de electrolitos :

  • Evaluar cuidadosamente la necesidad de suplementos de electrolitos en función de las necesidades individuales del deportista.

  • Tener en cuenta las pruebas científicas relativas a la escasa eficacia de la suplementación con electrolitos.


5. Evitar los estimulantes:

  • Evitar las bebidas deportivas que contengan estimulantes como la cafeína, que pueden aumentar la excitabilidad del sistema nervioso y predisponer potencialmente a los calambres.


6. Evaluación de la hidratación :

  • Si se sospecha que la hidratación es un factor de riesgo, realizar pruebas de sudoración para evaluar la tasa de sudoración.

  • Tener en cuenta la duración del ejercicio, la cantidad de líquidos ingeridos y la pérdida de líquidos debida a la micción.


7. Seguir una dieta equilibrada:

  • Fomentar una dieta equilibrada que satisfaga las necesidades individuales de hidratos de carbono, líquidos y electrolitos del deportista.


8. Entrenamiento neuromuscular:

  • Considerar el entrenamiento neuromuscular como la estrategia para prevenir los calambres por ejercicio.

  • Asegurarse de entrenar regularmente en condiciones competitivas.

  • Fomentar el fortalecimiento muscular, centrándose en los músculos susceptibles de provocar calambres.


9. Relación trabajo-descanso :

  • Asegurarse de que los atletas se adhieren a las proporciones adecuadas de trabajo-descanso para evitar la fatiga excesiva, un presunto factor en el desarrollo de calambres.


10. Estiramientos:

  • Considerar los estiramientos estáticos como método de tratamiento de los calambres, pero no necesariamente como estrategia profiláctica, ya que no sirven para prevenirlos.

  • Evitar recomendar los estiramientos estáticos como única medida de prevención de los calambres.

  11. Estudios adicionales:

  • Fomentar la investigación continuada para comprender mejor los mecanismos de los calambres por ejercicio.

  • Promover estudios bien diseñados para identificar los ingredientes activos y las dosis óptimas en las bebidas de carbohidratos y electrolitos.


Siguiendo estas acciones preventivas, ¡puedes ayudar a reducir el riesgo de calambres por ejercicio en deportistas!

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